Esta nueva laptop es uno más de los equipos pensados para funcionar en base a Windows 8, por lo que está equipada con la pantalla táctil capacitiva de rigor para aprovechar el sistema operativo de Microsoft.
El equipo presentado en Berlín es muy delgado, casi del ancho de un puerto USB, (de hecho, cerrada la S7 se asemeja mucho a una tablet) pero no tiene para nada un aspecto endeble, gracias en gran parte a la combinación de materiales de aluminio y magnesio.
La S7 mostrada en el IFA cuenta con una pantalla de 11 pulgadas con 1366 x 768 de resolución. Pero, antes de que esta característica pudiera volverse una contra para su producto, Acer confirmó que la versión de producción contaría con una resolución de 1920 x 1080 HD.
Según cuentan los muchachos de The Verge, esta laptop ha sido un salto cualitativo importante para Acer, que en la edición anterior del IFA, en 2011, había presentado un smartphone con Windows Phone 7.5 que dejaba mucho que desear, el W4. La mejora es notoria, aunque la Aspire S7 tampoco es perfecta: al ser tan delgada se dificulta un poco abrirla.
Asimismo, las quejas del hands-on de The Verge no van mucho más allá, así que se trata de un equipo no solamente atractivo estéticamente, sino además muy bien logrado. Tanto es así que además la destacaron como una de las laptops más bonitas desde el rediseño de la MacBook Air de 2010, y (muy a pesar de Intel, suponemos) le dieron incluso el título: “esto si es un Ultrabook“. Para tener en cuenta.
Vía: The Verge
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