El CES 2013 está a la vuelta de la esquina. Se trata de la primera feria tecnológica del año, un evento en el que se toma el pulso de lo que estará por llegar durante el resto de este periodo. En este sentido, en los últimos compases del recién cerrado año tuvimos no pocos indicios acerca de la dirección que tomaría el sector de dispositivos para comunicaciones: la de los terminales móviles híbridos.
Nos referimos a ese tipo de terminal cuya tradición quedó inaugurada con la presentación del primerSamsung Galaxy Note, allá por septiembre de 2011, y que contó con la primera réplica en el LG Optimus Vu: —mostrado durante el pasado Mobile World Congress 2012—. La propia Samsungreincidió con el Galaxy Note 2, y ahora son otros los fabricantes que se preparan para desembarcar en este concepto.
Pese a lo arriesgado de la apuesta de Samsung, no es causal que este tipo de dispositivo se haya hecho con una parte del mercado. El Galaxy Note 2 ha conseguido vender más de diez millones de unidades en apenas dos meses largos, lo cual da buena cuenta del éxito de la propuesta. Y es que la posibilidad de concentrar las funciones propias de un teléfono móvil de última generación con las posibilidades inherentes de una tableta hace que los usuarios indecisos que sólo pueden (o quieren) decantarse por una de esas dos categorías opten por el carril central. Sony, HTC, Huawei o ZTE, entre otros, lo saben, y por eso lanzarán sus equipos inscritos en este segmento.
No obstante, la cuestión seguiría manteniéndose en 2013. Google y Apple han venido a representar la situación bisagra en el sector de las tabletas. Los dos fabricantes terminaron el año con dos equipos nativos en el mercado, cada uno inscrito en diferentes filosofías, en función del tipo de usuario que podría interesarse por uno y otro.
Por un lado, tendríamos un terminal de pequeñas dimensiones, prestaciones solventes aunque ajustadas a las funciones que propone y una batería de precios que comienza a ras de suelo —al menos en función lo que habíamos venido conociendo entre los principales representantes del mercado—. Estaríamos pues ante los Nexus 7 y iPad Mini. Por otro, se pone ante nosotros una tableta con pantalla de gran formato, aptitudes técnicas de alta potencia y, eso sí, precios que se ponen de puntilla frente a la otra mano de la baraja. Así, el Nexus 10 y el iPad de cuarta generación se mostrarían como las alternativas de gama alta.
En 2013 se mantendría esa propuesta de tabletas con pantallas próximas a las diez pulgadas como estandarte de gama alta, aunque serían los terminales circundantes a las siete pulgadas los que centrarán la atención en ventas. Y en este sentido, son precisamente estos dispositivos los que irían de la mano de los smartphones.
Tal es así que fabricantes como la propia surcoreana Samsung desplegó durante las últimas semanas de2012 distintas campañas comerciales en las que conjugaba la posibilidad de hacerse con uno de sus teléfonos inteligentes (Samsung Galaxy S3 o Samsung Galaxy S3 Mini) conjuntamente a una tableta (principalmente, la Samsung Galaxy Tab 2 7.0). Siendo así, la idea es seguir seduciendo por el precio, integrando un combo que, con la ayuda de las operadoras, pueda hacer que el usuario acceda a una oferta acorde a la mayoría de los bolsillos.
Esta línea sin embargo se alejaría de la política que sostendría Apple. El fabricante californiano se mantiene en sus trece, y aunque está respaldado por una cartera de usuarios fieles que no dudan en combinar alguno de sus teléfonos iPhone con una de las hasta cuatro versiones del iPad que se ha paseado durante el año pasado, mantendría un hueco en su portafolio en comparación con la competencia que lidera Samsung.
Los de Cupertino han necesitado varios años hasta hacer que su teléfono abandonase un estándar que el resto de fabricantes ya han desplazado a la gama de entrada y gama media (el de paneles de 3,5 pulgadas), por lo que la posibilidad de que proponga su propio tabletófono o phablet es altamente remota. Así, empuja a sus clientes a combinar dos dispositivos necesariamente, lejos de la tercera vía que este año se verá impulsada por parte de las firmas mencionadas.
Visto así, los usuarios que se planteen hacerse con un smartphone, una tableta o quizás un equipo híbrido, tendrán que desplazar la vista al ecosistema Android. Nokia y Microsoft no han dado señales de unirse al mercado de equipos con pantallas de más de cinco pulgadas, y todavía está por ver si losrumores que desde hace más de dos años acerca de un tablet llegan a buen puesto este año. Applelleva su propio ritmo, como decimos.
Samsung abrirá una nueva línea con Tizen, aunque por ahora no está del todo claro qué forma adoptará esta nueva aventura en el terreno de los sistemas operativos, mientras que los antiguos desarrolladores de MeeGo para Nokia jugarán en esta liga con Jolla, un entorno que bien podría recuperar el antiguo proyecto de realizar una plataforma compatible con múltiples dispositivos. En definitiva, un horizonte de múltiples respuestas —casi tantas como usuarios— para la pregunta acerca de la elección entre una tableta o un móvil inteligente.
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