Un gran interrogante para un concepto de producto muy novedoso, que ASUS ya nos adelanta con el Padfone: dispositivo híbrido formado por un teléfono + “pantalla” que, al integrar el teléfono móvil en “una carcasa con pantalla táctil”, adopta forma y funcionalidad propia de un tablet. ¿A fracasar o a triunfar?
Un Smartphone es en realidad un producto híbrido formado por un teléfono móvil, agenda electrónica, cámara fotográfica, y reproductor de medios digitales. ¿Éxito? Rotundo, y cada año está mejorando sus capacidades fotográficas, lo cual ya lo hace un sobrado substituto de la cámara compacta, en la mayoría de situaciones.
Pero resulta difícil augurar un futuro prometedor para el ASUS PadFone, un Smartphone con sistema operativo Android, que al integrarse en la zona trasera de una carcasa “con pantalla”… pasa a convertirse en un tablet. ¿Primer gran inconveniente que le veo? El precio, 699€ de PVPR. Si Asus no llega a un acuerdo con algún operador, el precio de salida del dispositivo me parece prohibitivo: al menos en el mercado español, el público no creo esté muy por la labor en pagar tal montante de dinero, por mucho que se venda la genialidad de un concepto de producto 2×1. Para aclarar este punto: el Samsung Galaxy Tab 2 se puede comprar a través de Pixmania por 229€, y al menos en España, a través de los programas de puntos de las operadoras, se puede conseguir un buen Smartphone por más-menos 200 (el HTC One S, renovando con Vodafone y tarifa @S cuesta 239€) ¿La suma de los dos? 468€, lejos de los 700€ de PVPR fijados para el ASUS PadFone. En el fondo, el PadFone no es sino ampliar la pantalla del Smartphone mediante un accesorio.
ASUS ha demostrado que sabe hacer tablets, y por lo visto no tiene una mala acogida entre el público, pero…. si hay algo que juega en contra de la marca eso es “su reputación en el terreno de los teléfonos móviles“, cuyo histórico deja mucho que desear: ¿debo recordar que su alianza con Garmin no fue precisamente un éxito? Se quiera o no, comprar un PadFone significa adquirir 1º un teléfono, y 2º una pantalla más grande (un mero accesorio, o complemento).
Aquí debo puntualizar algo: si hubiera sido Samsung el que se hubiera aventurado en el concepto “PadFone” de ASUS, entonces la imagen y el interés que despertaría en el público, en mi opinión, sería mucho más notable y con menos papeletas para no ser viable comercialmente. Samsung, desde el lanzamiento del Galaxy S, ha demostrado que es una marca en la que confiar, y que considerar como primera elección en la compra de un teléfono móvil, y eso es un plus importante: no podemos comparar el tiempo que le dedicamos a un teléfono móvil con el didicado a un tablet, y por ello será importante saber que nuestro dinero ha sido bien invertido.
Aquí no estamos hablando de substituir un reproductor de música digital por el que lleva integrado un teléfono, o confiar en las capacidades de la cámara digital del teléfono en detrimento de una digital compacta. Considero que el público prefiere tener dos dispositivos móviles por separado, autónomos el uno sin el otro, que se pueden manejar indistintamente sin que por ello se vayan a perder funciones en uno u otro bando. De hecho, integrar el teléfono en la Padfone Station implica poco efecto práctico a la hora de manejar las funciones telefónicas en sí: atender llamadas o enviar Whatsapps, por ejemplo.
Y voy a decir más: en un entorno familiar, el PadFone queda corto en las pretensiones de uso de un tablet y un teléfono. Me explico. Si los niños pueden entretenerse con un tablet mientras los padres manejan su Smartphone, el concepto PadFone hace imposible dicha separación de experiencias: uno de los miembros de la familia deberá renunciar, bien al “tablet”, bien al teléfono. Y llegados a este punto podríamos decir que el PadFone es un producto unipersonal: en una unidad familiar de dos miembros, utilizar el PadFone como tablet implica que el otro miembro se queda sin poderse comunicar con su dispositivo móvil, y exponiendo sus archivos o asuntos personales.
Como usuario de tablet, de un BlackBerry PlayBook, me es más cómodo contestar correos desde el teléfono, si lo tengo cerca, y de hecho en más de una ocasión me han llamado mientras utilizaba el PlayBook. ¿Que hubiera hecho en caso de tener un PadFone? ¿Tengo que depender de un manos libres con cable o bluetooth? A mí no me sería cómodo, y menos sabiendo que he pagado por el conjunto la friolera de 700€, excesivo atendiendo a las actuales opciones de mercado.
Sería interesante saber cual es la repartición de precios de cada producto por separado, probablemente entre 150-175€ la PadFone Station, y entre 525-550€ el Smatphone: en mi opinión, debería adelgazarse en al menos 100-150€ el valor del teléfono.
Uno de los grandes inconvenientes del PadFone, a día de hoy, va íntimamente relacionado con uno de los puntos que he comentado, el del precio, pero también es importante la cuestión relativa al diseño y posibilidades de elección: forma parte de un pack, indivisble e incompatible con otras soluciones móviles. Los que pretendan optar a este “conceptual 2×1″ se verán limitados en diseño y en opciones, mientras que comprando tablet y Smartphone como “entidades” distintas e independientes, se tiene un mayor abanico para elegir y obtener un mayor grado de satisfacción en el uso de dichos productos.
A día de hoy, el mercado nos ofrece fantásticas combinaciones posibles para hacerle un hueco a un teléfono y a un tablet, y hay para todos los bolsillos, gustos, necesidades y caprichos: ¿Por qué limitar nuestro parque móvil a una sola marca o sistema operativo? Hay usuarios enganchados a la mensajería instantánea, y quizás ellos necesiten más los teléfonos con teclado físico; otros quizás quieran sacar provecho a la fotografía, y por ello se decanten por un Nokia Lumia o un Sony Xperia; ¿Te gusta navegar por Internet? Puede que un Samsung Galaxy Nexus te sea más atractivo que un teléfono con solo 4,3″ de pantalla. O por que no decirlo, si ya estás contento con tu teléfono, o tu tablet, ¿Para qué necesitas un conjunto indivisible?
Aunque el concepto de ASUS sea innovador y diferencial frente a la competencia, si lo pienso friamente, evalúo los pros y los contras, y echo un vistazo a los precios de mercado de tablets y Smartphones… el PadFone no es la clase de producto que concuerde con mis preferencias.
Tablet y Smartphone deben ser dos entidades separadas, de las que se puedan aprovechar sus funciones al 100% sin que uno de los dos deba aportar algo al otro. De hecho, si debemos hablar de productos que se complementen a la perfección, podríamos mencionar la solución de Motorola, con el Atrix y su docking station con teclado + pantalla: algo que puede aportar productividad.
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