El plástico es el protagonista principal de este dispositivo, algo que no puede gustar a varios pero que no podemos negar que se trata de un material muy resistente. Además, es muy agradable al tacto, gracias a una ergonomía ideal. Su diseño es moderno y bonito. Su tamaño no es de los más pequeños que hemos visto, pero lo que sí es muy ligero: sólo pesa 345 gramos. Sus dimensiones son: 193,7 X 122,4 X 10,5 mm donde se distribuyen muy bien los botones y los altavoces (marco inferior). Tanto las ranuras SIM como microSD se desplazan sin inconvenientes y quedan unidas a la tableta para no perderlas.
En cuánto a la pantalla, esta presenta un LCD de siete pulgadas, excelentes niveles de brillo (tanto interior como exterior), pero que sin embargo tiene un detalle: demasiados reflejo cuando hay luz ambiente. La resolución es de 1024 X 600 píxeles. El contraste de colores es bueno y el ángulo de visión es amplio.
Pasando al interior, viene con procesador de doble núcleo a 1 Ghz, sistema operativo Android Ice Cream Sandwich 4,0, 1GB de memoria RAM y un antiguo conocido, el TouchWiz, que para muchos ralentiza las transiciones de los menúes en el escritorio y cuando se necesita abrir las aplicaciones.
La autonomía de la batería es de 7 horas de uso (con WiFi) y algunas menos si utilizamos el 3G o los juegos. Trae dos cámaras: una trasera de 3 megapíxeles y una frontal VGA. El precio es de 250 euros (Wifi) y de 290 (3G), ambos de 16 GB de memoria.
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